En esta plática, hablo de la diferencia entre pasión y talento proponiendo que la idea de poder lograrlo todo es utópica, no es absolutamente real: hay personas que no tienen la capacidad de conseguir lo mismo que Stephen Hawking, que Yuri o que Usain Bolt, porque, además del interés y la perseverancia en la lucha, hace falta tener talento, aptitud e inteligencia especial. De los talentos de cada quien despunta la diferencia entre el éxito convencional y el éxito personal.

Busco romper la burbuja del pensamiento mágico que nos enseña que debemos tener una vida perfecta y que tenemos que ser el número 1 y ser felices todo el tiempo. Busco romper la burbuja del pensamiento ultra positivo absurdo que exige “no llores”, “no te enojes”, defendiendo que así como el hambre se quita comiendo y el sueño se quita durmiendo, el dolor se quita llorando. Sostengo que la vida no es perfecta pero que no tiene que ser perfecta para ser maravillosa.

“A sus tempraneros 41 años es Empresario, Productor, Director, Escritor, Actor, Conferencista, Docente, Pupetero…y todo esto es el principio de hacer lo que le gusta, como le gusta y siguiendo sus instintos, trabajando con un equipo maravilloso de amigos y familiares que hacen posible lo que parecía imposible: que los sueños se hagan realidad”.

Aventado, atrevido y honesto son las palabras con las que podríamos describir a Odin. Con una increíble trayectoria laboral, Odin ha pasado de headpuppeteer de Plaza Sésamo, haciendo el personaje de Pancho Contreras, a escritor de un bestseller nacional con su libro “Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado”; de cumplir 10 años interpretando el monólogo ¡A Vivir! escrito, dirigido y actuado por él, a innaugurar una obra de teatro, Veintidos Veintidos, y mantenerla en cartelera 4 años ininterrumpidos y los que faltan.